La mente es un terreno muy fértil.
Cualquier cosa que se plante, crece,
ya se trate de flores maravillosas o de malas hierbas.
Las personas obsesivas tratan de manejar el presente estudiando minuciosamente el futuro, calculan y programan su vida y la de sus seres queridos para evitar los posibles peligros.
Esto que puede parecer adecuado en ciertas situaciones si se radicaliza y generaliza se puede convertir en un problema. De hecho las personas obsesivas afrontan sus miedos tratando de controlar los más pequeños detalles, siempre están en busca de un refugio donde todo esté bajo su control, viven con ansiedad los cambios, tratando de volver rápidamente a una rutina donde saben lo que esperar y que todo sea predecible.
La interpretación de los acontecimientos de las personas obsesivas
El obsesivo interpreta como peligroso todo lo que es imprevisible, interactúa con excesiva cautela preparándose ante un enemigo imaginario, adquiriendo así una falsa seguridad que se desmantela cuando debe afrontar una situación nueva.
Falsa seguridad porque la persona al principio se siente segura en su mundo controlado, pero cada vez necesita más previsión, volviéndose esclava de horas de organización. Entonces la rigidez adquiere protagonismo y este intento de control alimenta su opuesto, la pérdida de control, que provoca emociones negativas, ansiedad, estrés, insomnio.
El trastorno obsesivo
El trastorno obsesivo se desarrolla y alimenta en una persona a través de sus propios intentos de solución, lo que en un principio puede ser sano, como anticipar y prepararse ante ciertas situaciones, con su repetición se convierte en patológico y ante situaciones nuevas pueden desestabilizarse porque no han desarrollado recursos al mantenerse en su espacio de seguridad.
Esta manera de interactuar con el mundo condena al obsesivo a dar vueltas a los mismos pensamientos, a los mismos miedos, a las posibles soluciones futuras, entrando en un círculo vicioso de más pensamientos, angustia, nerviosismo, insomnio etc. siendo difícil salir de esta dinámica sin ayuda profesional.
La terapia psicológica en las personas obsesivas
Cuando hablas con una persona que sufre de este tipo de obsesiones se siente obligada a hacer más de lo mismo, a controlar más y más para sentirse a salvo. La terapia psicológica se centrará en desmontar este mecanismo de control, a través de pequeños momentos sin control para que la persona experimente que las cosas no van mal, sino que uno se siente mejor. De esta manera el sujeto será capaz de ir cambiando gradualmente su punto de vista, su visión rígida de la realidad e ir ganando confianza en cada experiencia.
Marcel Proust decía que el verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos.
A si mismo con la psicoterapia podremos adquirir un mejor conocimiento de nosotros mismos. Si tenemos una falsa idea sobre nosotros podemos conocer teóricamente todas las estrategias imaginables y posibles a seguir, pero saldremos siempre perdiendo en cualquier combate.
La vida no puede escribirse antes de vivirla porque siempre esta expuesta a giros inesperados. Tener como principal estrategia de vida el control nos anuncia un fracaso asegurado.
La única constante en la vida, es el cambio.
(Proverbio taoísta)
* Libro recomendado: Las 36 estratagemas: el arte secreto de la estrategia china para triunfar en cualquier campo de la vida cotidiana. Gianluca Magi. 2003.
Belén Silván Oró. Licenciada en Psicología. Colegiada nª M-12091.
Especialista en Terapia Breve Estratégica. Especialista en Intervención en Ansiedad y Estrés. Especialista en Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica. Experta en Hipnosis Ericksoniana. Experta en Neuropsicología Clínica y en Rehabilitación Neuropsicológica del Deterioro Cognitivo.
Comos siempre, útil y buen artícul. Es un problema que tiene solución y no se debe retrasar el acudir a terapia. Liberarnos de las obsesiones te hace sentir libre, feliz y más seguro de ti mismo.
Gracias Belén!
Gracias Angeles, estoy totalmente de acuerdo, realmente las obsesiones te pueden hacer sufrir mucho.