Los miedos infantiles

Los miedos en la infancia son frecuentes por la enorme imaginación y creatividad de los niños, pero cuando pasan de un cierto umbral y son vividos con gran ansiedad es necesaria la intervención de un psicólogo.

En ocasiones el niño se niega a dormir solo, llora a la hora de irse a la cama y únicamente le tranquiliza la compañía constante, volviéndose dependiente de la figura protectora de padres y hermanos. Los miedos más frecuentes que pueden paralizar al niño son los referentes a las brujas, los espíritus, los zombis, y suelen manifestarse cuando el niño se queda a oscuras al acostarse o tiene que ir al baño o andar por los pasillos solo.

Cuanto más precauciones tomemos para que el niño no tenga miedo más justificaremos la posible existencia de los monstruos, por ejemplo explicarles que no existen, buscarles y no encontrarles para tranquilizar a nuestros hijos significa que son reales, por lo que en ocasiones el intento de ayudar de los padres solo genera más miedo. Además el miedo se aprende con la convivencia, si la madre se asusta frecuentemente el niño podrá aprender a reaccionar como ella.

El miedo forma parte de la vida y no debe ser negado, la Terapia Breve Estratégica se muestra muy eficaz contra los miedos infantiles, el tratamiento requiere ayudar a los padres a controlar los suyos y entrenarles en técnicas específicas para enseñar a sus hijos a afrontar sus miedos y así fomentar conductas de autonomía.

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