Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
El miedo es la incertidumbre en busca de seguridad. J. Krishnamurti.
El trastorno obsesivo-compulsivo puede llegar a ser muy incapacitante sin el tratamiento adecuado. Se ha asociado a locura o psicosis por lo florido de sus síntomas, socialmente es vivido como una condena de difícil recuperación y sus tratamientos habituales son la medicación y en casos más graves el electroshock cerebral.
Frente a este crudo escenario la Terapia Breve Estratégica viene trabajando hace más de 20 años con personas con dicho trastorno obteniendo la remisión total de los síntomas y su adaptación en su entorno.
El trastorno se caracteriza por la realización de tareas repetitivas que pueden ser conductas o pensamientos como frases específicas, oraciones etc., que a los ojos de los demás pueden parecer carentes de sentido, pero cuyo objetivo es reparar algo que ya ha ocurrido, protegerse de un miedo futuro o propiciar que las cosas vayan bien.
A la persona le invaden unos pensamientos y realiza unas acciones para tranquilizarse. Por ejemplo controla que el gas este cerrado repetidamente para que no haya un incendio, comprueba que la puerta y ventanas estén cerradas para que los ladrones no entren en casa, repite una frase para no tener pensamientos impuros, o se lava las manos después de tocar a alguien para no contaminarse.
Por lo tanto los rituales en un principio ayudan a aplacar el ansia o el miedo de las obsesiones, pero con el tiempo adquieren vida propia, se desvinculan de su objetivo, aumentan tanto en el tiempo que es frecuente que deleguen sus rituales a la familia para acabar antes.
El objetivo de la Terapia Breve Estratégica será no secundar la obsesión, ya que cada vez que se hace el ritual se valida el miedo y se alimenta el trastorno. Por medio de contra-rituales abriremos una brecha en su creencia inicial para que experimente que no sucederá aquello que teme.
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