Fobia social y baja autoestima
La paradoja de la condición humana es que solo logramos ser nosotros mismos bajo el influjo de los demás. Boris Cyrulnik.
Todos nosotros necesitamos amor y aceptación por parte de los demás para sentirnos bien. Desde el nacimiento formamos parte de una familia creando vínculos diversos con las personas que nos rodean, que nos ayudan a obtener un equilibrio personal.
Cuando relacionarme se convierte en una tortura manifestando un miedo elevado en el contacto con los demás nos adentramos en la fobia social.
La fobia social se caracteriza por el miedo a ser rechazado por los demás por lo que se evitan todo tipo de situaciones sociales. En ciertos casos las interacciones se limitan al circulo más cercano de familiares generando una gran ansiedad el contacto con personas conocidas o desconocidas, por lo que la huida es vista como la única opción para tranquilizarse.
Puede haber un antecedente traumático o por el contrario se desarrolla gradualmente con el tiempo, pero en ambos casos se muestra latente una baja autoestima y desconfianza hacia uno mismo. La insistencia de la familia para que se relacione no crea más que rechazo a relacionarse.
Existen diferentes niveles de fobia social y de baja autoestima en los que están involucrados distintos síntomas y conductas del sujeto: miedo a hacer el ridículo, sensación de incapacidad, miedo al rechazo, sensación de ser juzgado constantemente por los demás, hasta evolucionar en la férrea creencia de ser juzgado y rechazado por los demás (paranoia).
La Terapia Breve Estratégica posee un tratamiento psicológico enfocado a interrumpir aquello que alimenta el trastorno del individuo, mediante estrategias adaptadas a cada problemática.
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